CULTURA
REDACCIÓN
La directora del Museo del Virreinato, en San Luis Potosí, pagó más de cien mil pesos a la esposa del excandidato Fernando Pérez Espinosa, por una pieza falsa que se encontraba en el restaurante La Virreina, dicha pieza fue nombrada como «Brasero».
Era el año 2017, Claudia Canales, ya como directora de ese espacio cultural ubicado en el exconvento carmelita, compró la pieza no original a la c. María del Socorro M., por ciento veinte mil pesos ($120,000.00). El contrato especifica que la pieza fue elaborada en el siglo XX «para uso en el restaurante la Virreina», y que el costo de ofrecimiento por parte de la vendedora era inicialmente de ciento veinticinco mil pesos pero, por no contar con «documento fiscal» para compra-venta se acordó la primera cifra. La pieza fue trasladada con grúa, sin el más mínimo cuidado, a pesar de ser una pieza actual, no original, Claudia Canales no solicitó la intervención de algún especialista o institución que avalara la transacción.
Claudia Canales, su esposo, un hombre conocido como «Tatoyo» son amigos de la familia propietaria del tradicional restaurante, La Virreina, que estaba ubicado en la avenida Venustiano Carranza y que actualmente se encuentra desmantelado. Era común que el grupo de amigos de Claudia y su esposo, estuvieran en las inauguraciones de las exposiciones del Museo (consta en fotografías y vídeos públicos).
El contrato está firmado por la vendedora, la directora del Museo, la administradora y un trabajador del lugar como testigo. Y es un documento público, que se obtuvo por la Comisión Estatal de Garantía de Acceso a la Información Pública, (CEGAIP).
¿POSIBLEMENTE UN DELITO?
El Decreto de Creación del Museo, establece que que si bien la directora puede adquirir muebles, estos deben de ir con la vocación del museo, es decir, piezas virreinales. Además, debió solicitar la autorización de la Junta de Gobierno, integrada por los secretarios de Cultura, Turismo, Finanzas, el rector de la UASLP y dos vocales, uno de ellos catedrático de la Facultad de Derecho, quienes probablemente estén involucrados por autorizar el uso de ese recurso público.

Además, de que la Ley de Responsabilidades, establece que no se pueden celebrar contratos que beneficien a familiares o personas cercanas con quienes se realicen actividades personales.
Otro hecho, es que la directora tenía conocimiento de que la pieza era falsa, puesto que la original el «Brasero de la Virreina María Francisca de la Gándara y Cardona de Calleja” se encuentra exhibido en el Museo Regional del INAH en San Luis, restaurado y custodiado por especialistas del Instituto. Estando ambos museos en el Centro Histórico de la capital potosina, ha provocado confusión entre los visitantes, al desconocer que es falso, ni siquiera una réplica.
El brasero, si bien es una mesa u objeto muy agradable a la vista, no cuenta con una justificación en museografía, ha estado arrumbado por años en el pasillo, ha sido utilizado como mesa, entre otros detalles que lo han deteriorado.
Finalmente es cuestionable la razón por la que la familia propietaria del restaurante la Virreina, prefirió dinero por la venta, en lugar de donar la pieza o hacer un comodato.
En las últimas fechas, a través de la dirección de Patrimonio Cultual de la Secretaría de Cultura, y el propio secretario, Armando Herrera Silva, junto con Horacio Sánchez Unzueta, se intenta cambiar la figura legal del museo para obtener más recursos, este recinto desde que es dirigido por Claudia Canales, ha sufrido deterioro en el inmueble que lo alberga, y una serie de inconsistencias en el uso de los recursos públicos, así como daño en el patrimonio cultural, temas que se abordarán en próximos reportajes.
Los datos mencionados en la nota, son públicos obtenidos a través de CEGAIP y páginas oficiales.