LA AUDITORÍA SUPERIOR ENCUBRE LA CORRUPCIÓN: CIUDADANOS OBSERVANDO

5 de noviembre de 2019

Respecto a la camarilla que dejó sumida a la Auditoria Superior del Estado de San Luis Potosí sumida en una terrible crisis de credibilidad y envuelta en casos graves de corrupción, poco realmente se ha avanzado con la nueva administración.
Con la llegada de Rocío Cervantes se esperaba un cambio radical, sin embargo en el fondo se siguen viendo los mismos vicios, como lo es el encubrimiento, un trabajo deficiente, abusos de los recursos públicos y opacidad.
En el Informe Final de Auditoria 2018 pudimos comprobar como extrañamente la Auditoria Superior del Estado (ASE) realmente nunca detecta nada relevante, existen entes intocables y diversos casos de corrupción encubiertos como ha sucedido de forma muy clara en el Congreso del Estado con los recursos que manejaron los diputados relacionados con ayudas sociales, cursos de capacitación e informes legislativos. De una forma por demás cínica la ASE sólo observó 90 mil pesos.
En dependencias del Gobierno Estatal como Oficialía Mayor, Servicios de Salud ,el Hospital Central “Ignacio Morones Prieto”, la Junta Estatal de Caminos y la Comisión Estatal del Agua existen deficiencias crónicas y múltiples actos de corrupción solapados por la Auditoria Superior.
Igualmente existen muchas irregularidades en diversos Ayuntamientos sin embargo los auditores pasan por alto la gran mayoría de estas. Es decir, se repiten los vicios que dejó la anterior camarilla.
La opacidad y el ocultamiento se mantienen. Se mantienen en secreto las altas compensaciones que reciben los altos funcionarios. Sólo como ejemplo la titular de la dependencia Rocío Cervantes el pasado mes de junio recibió 156 mil 880 ( cuyos documentos tiene en su poder Ciudadanos Observando producto de una solicitud de información) sin embargo la ASE publica que ese mes tuvo percepciones de la mitad. Y así como ese existen al menos 50 casos similares.
Finalmente en cuanto a la calidad de los informes de auditoría se han convertido en panfletos donde la ASE decidió ya no hacer públicos muchos datos sumamente importantes, esto con el fin de generar la menor información posible y evitar que la ciudadanía verifique, cuestione y coteje.