El empresario, Eduardo Oliveras denuncia indiferencia, corrupción y complicidad de diversas autoridades municipales y estatales, luego de que hace un año, Policías Municipales de Soledad de Graciano Sánchez junto con varios delincuentes, le robaron en su negocio y no obstante las pruebas presentadas, prevalece la impunidad.
Desesperado porque el vicefiscal Aarón Castro y el director de la Policía Investigadora, Guadalupe Castillo Celestino lo ignoran, lo citan y no acuden y no han avanzado absolutamente nada en las investigaciones, se presentó en el Congreso del Estado a pedir la ayuda de los legisladores.
Dijo que tiene una “llantera” en el cruce de carretera a Rioverde y Periférico y el 16 de diciembre del año pasado, “me robó la Policía de Soledad con otros delincuentes, rompieron 16 candados y tres cortinas de acero, para llevarse herramienta neumática, compresoras y hasta la bomba del agua. Todo en un remolque”.
Gracias al video de un negocio cercano, se pudo comprobar que la Policía Municipal acompañó y protegió a los delincuentes; “me dijeron que fue la patrulla número 121, lo dijo el propio ex subdirector porque ya sabía que son ladrones”. Desde entonces, no tiene trabajo ni atención de las autoridades.
Ya fue con el alcalde de Soledad, con autoridades de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, con diversas instancias y “se avientan la pelotita, no resuelven nada, se presume que son cuatro oficiales los involucrados y ni con todas las pruebas aportadas, incluyendo el video, la autoridad ha procedido”.
Eduardo Oliveras señaló que ha recibido dos amenazas de muerte, una en el C4 y otra en la Fiscalía.
“Ya no le mueva porque lo pueden matar”, le dijeron y añadió que no tiene miedo que algo le pase porque es más el coraje de que ninguna autoridad atienda su reclamo.