- Un poco acerca de la paternidad deseada, la planificación familiar y los tabúes
- El testimonio de un hombre que se sometió a la vasectomía de manera voluntaria y consciente
La vasectomía es uno de los métodos de planificación familiar más eficientes por su proceso; toma un tiempo en promedio de 13 a 20 minutos , no tiene efectos secundarios, no interfiere con la actividad sexual, el costo es bajo y en algunos centros de salud es gratuito. Las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) destacan una efectividad mayor a 99 %, si se siguen las recomendaciones, sin embargo, debido a algunos tabúes sobre la sexualidad masculina, no es uno de los métodos más populares.
El IMSS define la vasectomía como “una pequeña operación que se realiza sin bisturí, con anestesia local, haciendo una punción en la piel de la bolsa escrotal por arriba de donde se encuentran los testículos, a través de la cual se localizan, ligan y cortan los conductos deferentes, sitio por donde pasan los espermatozoides”.
En entrevista para este medio, Adrián, padre de dos niños, explicó algunas de sus vivencias de los últimos dos años, tiempo transcurrido desde que se realizó la cirugía.
El proceso
Adrián manifestó que siempre quiso ser padre. Su pareja ya tenía un hijo, por lo que creyó que ya no viviría la etapa de los pañales y los desvelos. Cuando se enteró de que iba a ser papá, se replanteó su vida y sintió una genuina emoción por el nacimiento de su hijo, a quien decidió llamar Siddhartha. Un año después comenzó a contemplar la opción de la vasectomía, pues sentían a su familia completa y ninguno de los dos deseaba más hijos, por lo que comenzó a analizar los beneficios de la vasectomía.
“Un día fui a vacunar a Siddhartha al Seguro Popular, y aproveché para preguntar qué papeles necesitaba y el procedimiento. Si fui un lunes, el jueves de esa misma semana ya me habían dado cita”, explicó.
Debido a que tenía 27 años cuando solicitó la operación, el área de Servicio Social le ofreció asesorarlo sobre su decisión; cuando lo escucharon convencido, lo agendaron. Los requisitos que le pidieron eran ir aseado y rasurado, le explicaron el procedimiento y al final le mostraron los conductos que retiraron, el tiempo de recuperación que le dieron fue en promedio de dos a cinco días, no obstante explicó que al día siguiente fue a trabajar con normalidad.
“Fue muy rápido, trece minutos fue lo que contaron el doctor y la doctora que estaban ahí. Llegué caminando y me regresé en taxi; eso fue todo, trece minutos”.
Pese a que la vasectomía se hace con la intención de que sea permanente, también es reversible, es decir, por medio de otro procedimiento un poco más complejo, existe la posibilidad de revertir los efctos y volver a ser fértil, explicó.
Luego de dos semanas, acudió a una revisión y a la fecha no ha tenido ningún tipo de problema.
Aspectos psicológicos
Adrián fue abierto respecto su decisión y la compartió con familiares y amigos de los cuales afirmó sentir presión, algunos conocidos lo felicitaron, otros le pidieron información, pues estaban interesados, y también hubo quienes lo llamaron loco.
“Me dijeron que estaba loco, me cuestionaron, incluso me llegaron a decir de manera indirecta que ahí estaba el centro de poder, que cómo yo había dejado que tocaran mi “centro de poder”. Se me hizo gracioso y triste a la vez, pude ver que hay demasiados tabúes y prejuicios, muchas amigas me felicitaron, pero admitieron que sus parejas no lo harían”.
También llegó a escuchar chistes y burlas señalando que las mujeres “hacen chanchullo” con el tema de los hijos, por lo que debía cuidarse. Tiempo después se fue enterando de familiares que se habían realizado la vasectomía y no lo decían abiertamente, pues muchos hombres lo mantienen en secreto.
“Me hubiera gustado encontrar fuerza al principio, que era cuando escuchaba rumores y cosas malas, encontrar experiencias o poderles preguntar”.
Un aspecto que consideró importante es seguir las recomendaciones de los doctores, quienes piden que los tres primeros meses se use preservativo y después de este lapso se haga una prueba de conteo de esperma, un espermograma, para verificar la efectividad de la operación.
Señaló no tener arrepentimiento de su decisión, sino sentir que fue la opción correcta: “Ya un tiempo después, dimensionas y te preguntas ¿si en algún momento me separo, tengo otra pareja y quiere tener hijos? Pues ni modo, creo que ya es una parte de tu personalidad, se vuelve parte de ti, yo ya tengo a mi hijo, no creo que me pueda arrepentir, siento que estoy tomando la decisión correcta para mí”.
Finalmente consideró que en su generación es difícil que por la manera en que fueron educados los hombres, se hagan la vasectomía, pero tiene esperanza en que habrá un cambio de mentalidad en las generaciones futuras.
“Yo tengo fe, no en mi generación donde hay quienes tienen la mentalidad de considerar los genitales como un objeto intocable, pero creo que las generaciones venideras ya están empapadas de otra mentalidad, una filosofía más abierta y con mayor respeto a las mujeres, real, no ésta que tenemos ahora, de que “a la florecita no se le toca” o de que “hay que respetar a las mujeres porque son débiles”, sino de respetarlas porque son seres humanos; creo que es una mentalidad que tendrán mis chicos. Es cosa de perderle el miedo, yo vi el parto, y no es nada comparado con esto”, concluyó.
Fuentes: IMSS. (2019). Vasectomía sin bisturí. 20/06/2020, de IMSS Sitio web: http://www.imss.gob.mx/salud-en-linea/planificacion-familiar/vasectomia