- Los factores protectores que disminuyen el riesgo de padecer Alzheimer son: llevar una dieta sana, mantener tu peso corporal adecuado y no fumar.
· Pérdida de la memoria, confusión sobre la ubicación de lugares, dificultad para manejar dinero, ansiedad, cambios de humor, son algunos síntomas iniciales.
El 21 de septiembre de cada año es el día en el que asociaciones, organizaciones e instituciones concentran sus esfuerzos en sensibilizar a la sociedad sobre esta enfermedad mental para generar mayor conocimiento sobre el Alzheimer y concientizar a la población y que quienes la padecen asistan a grupos de apoyo, lo anterior lo dio a conocer la licenciada Mónica Adriana Montante Rodríguez, Responsable Estatal del Programa de Envejecimiento de los Servicios de Salud.
El Alzheimer es una enfermedad progresiva y degenerativa del cerebro, que provoca el deterioro de la memoria, el pensamiento y la conducta y es de origen multifactorial, desde sus inicios se han Identificados múltiples factores de riesgo que han contribuido a la presencia y manifestaciones clínicas propias de esta enfermedad.
La enfermedad de Alzheimer tiene una presentación muy variada durante el transcurso del padecimiento, es por ello que se recomienda establecer el nivel de gravedad de acuerdo a los síntomas y clasificarlo en: etapa preclínica, etapa leve, moderada o grave, por lo que detalló que:
“En la Etapa preclínica, es cuando un paciente con Alzheimer puede aparecer completamente normal en el examen físico y en las evaluaciones del estado mental. Las regiones específicas del cerebro pueden verse afectadas décadas antes de que aparezcan cualquier signo o síntoma; Sin embargo en la etapa leve. Ya existe una pérdida de memoria reciente, confusión sobre la ubicación de lugares familiares, requieren más tiempo para llevar a cabo las tareas diarias habituales, presentan dificultad para manejar dinero y pagar cuentas, pérdida de espontaneidad y del sentido de iniciativa, cambios de humor y personalidad, y va en aumento la ansiedad”, advirtió la especialista.
“En lo referente a etapas más avanzada como la moderada, el paciente presenta un deterioro mayor de la memoria y confusión, con un tiempo de atención reducido, dificultad para reconocer a amigos y familiares, disminución de la cantidad de palabras y fluidez del lenguaje, ya presenta dificultades con la lectura, escritura o cálculo, también tiene dificultad para organizar pensamientos y pensar lógicamente, incapacidad para aprender cosas nuevas o para hacer frente a situaciones nuevas o inesperadas, inquietud, agitación, ansiedad, llanto, vagabundeo, especialmente en la tarde o por la noche y presenta movimientos repetitivos, contracciones musculares ocasionales, alucinaciones, delirios, sospechas o paranoia sobretodo de que “le roban sus cosas”, irritabilidad, pérdida del control de los impulsos: conductas tales como desvestirse en momentos o lugares inapropiados o en lenguaje vulgar”.
Y en la etapa grave Montante Rodríguez explicó, que los pacientes con Alzheimer grave no pueden reconocer a familiares o seres queridos y no pueden comunicarse eficazmente. Ellos son completamente dependientes de otros para el cuidado, y todo sentido del yo parece desaparecer. En la etapa final de la enfermedad los pacientes pueden estar en la cama mucho o todo el tiempo. La muerte es a menudo el resultado de otras enfermedades, con frecuencia la neumonía por aspiración.
Agregó que existen múltiples factores de riesgo para la enfermedad de Alzheimer, pero los hay modificables y no modificables y son: la depresión, la inactividad física, la prevención y control de la hipertensión en el adulto joven, la prevención y control de la obesidad, el tabaquismo, la prevención y control de la diabetes. Hay que señalar que entre los factores de riesgo no modificables se encuentran: la edad avanzada, y la afectación por familiares, esto último va más a lo genético. Sin embargo existen genes autosómicos dominantes para la aparición temprana de la enfermedad.
Mónica Adriana Montante Rodríguez, recomendó a la ciudadanía intervenir oportunamente en su salud, porque entre los factores protectores, que pueden disminuir el riesgo para la enfermedad de Alzheimer están: el llevar una dieta sana, consumir vegetales y frutas que contengan vitamina C y E. Asimismo, se debe evitar el consumo de grasas saturadas presentes en la carne y grasas trans o su equivalente “grasas hiperhidrogenadas” procedentes de alimentos procesados; y mantener peso corporal adecuado. Evitar o moderar su ingesta de alcohol y evita fumar.
Finalmente la Responsable Estatal del Programa de Envejecimiento precisó que el rol de un cuidador de una persona con Alzheimer es ayudar a los mayores con sus tareas diarias como: bañarse, peinarse, comer, toma de medicamentos, citas médicas, entre otras cosas. No obstante la diferencia con un cuidador de personas mayores está en que deben gestionar las situaciones con mayor paciencia y tener una planificación más detallada. La empatía y la comprensión son esenciales para poder cuidar de personas mayores con Alzheimer.