“Yo quiero justicia, se tiene que terminar esto, porqué minimizan tu trabajo solo por ser mujer”, manifestó Karla una joven que denunció presunto hostigamiento sexual y mobbing por parte del titular de la Dirección General de Seguridad Pública del Estado, Carlos Arturo Landeros Hernández.
Karla laboraba en una Unidad especial de la Secretaría de Seguridad Pública, y parte de su trabajo era bajo las órdenes directas del secretario de Seguridad, Ernesto Pineda Arteaga. Al momento en que éste enfermó de Covid-19, asumió ese cargo de manera provisional Carlos Arturo Landeros Hernández.
Explica la víctima que en esa área, en su mayoría laboran hombres, y que al momento de acudir con su nuevo superior Landeros Hernández a rendir informes, éste comenzó a hacer comentarios fuera de el tenor laboral, con insinuaciones de que podría obtener una basificación a cambio de aceptar propuestas de carácter sexual. Ella se negó varias veces por lo que la situación se tornó más ríspida, “las últimas veces ya estaba a la defensiva”, señaló.
Por lo tanto fue removida de esa área por el mismo Landeros Hernández, quién le argumentó “que haría unos cambios y que para el 13 de mayo ella dejaba de tener actividades en esa unidad”, además le dijo “escoge a dónde te quieres ir”; Landeros Hernández le informó de su cambio frente a tres personas del sexo masculino, directores de otras áreas, lo que propició un ambiente de intimidación.
Karla solicitó una comisión en la Dirección de Prevención y Reinserción Social, a lo que Landeros Hernández respondió de manera “burlona” e insinuó que el cambió se debía a no acceder a sus pretensiones.
Después de la entrega recepción y dejando todo en orden, Karla fue enviada a la Pila y no a las oficinas de la Dirección de Prevención. Narra que al llegar la primera persona que la recibió le preguntó, “qué hiciste, porqué te mandaron aquí, porque este es un castigo”.
Además le informó que había instrucciones de que estuviera asignada de custodia, directamente en contacto con las personas privadas de su libertad, aunque esto no ocurrió porque no cuenta con el entrenamiento suficiente.
A pesar del riesgo y temor a represalias la víctima presentó una queja ante la Comisión de Derechos Humanos (CEDH) y una denuncia ante la Fiscalía General del Estado, de donde señala que posiblemente se filtró la información a medios de comunicación, además de que aún no ha sido canalizada a la Comisión Estatal Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEEAV), ni se ha implementado el Protocolo de Intervención para Casos de Hostigamiento y Acoso Sexual.
Pide se actúe conforme a derecho, “yo quiero justicia, no quiero otra cosa”, señaló. También mencionó que existen más casos de hostigamiento en esa corporación, pero que por temor las víctimas no denuncian.
Finalmente solicita a las autoridades se le brinde protección, ya que teme por su integridad y la de su familia, y que se observe su caso ya que no había motivo para removerla de la Unidad donde laboró varios meses y dio resultados óptimos, “yo he escalado poco a poco, por mi trabajo y en la Unidad estaba dando resultados y simplemente porque me negué, él hizo todo esto”, concluyó.
El nombre de la víctima y algunos hechos aquí narrados fueron modificados para cuidar su integridad.
Por Ana Dora