- Es un fenómeno político en el que partidos impulsan a mujeres para cargos públicos con el objetivo de reemplazarlas o no permitirles tomar decisiones.
- Por Ana Dora
El pasado domingo 17 de octubre, se conmemoró el 68 aniversario del sufragio femenino en México, lo que significó el reconocimiento de las mexicanas como ciudadanas, hacia la igualdad en la participación política.
“Fue un gran avance en la búsqueda del reconocimiento de la mujer como ser humano (…) porque nos veían como algo inferior (…) aunque me parece que hemos avanzamos muy poco”, comentó Lidia Argüello Acosta, panista potosina.
Explicó que si bien este esfuerzo de las mujeres a lo largo de casi cien años logró “que se reconociera el derecho de las mujeres a votar y ser votadas”, el siguiente reto es “que este ejercicio del voto sea libre“.
La panista recordó la situación de las mujeres en algunas comunidades donde “votan por el candidato que les dicen sus autoridades”, y si bien estas mujeres ejercen su derecho al voto es necesario reflexionar si lo hacen con “libertad”.
Lidia Argüello Acosta, es militante del Partido Acción Nacional (PAN) en San Luis desde hace más de treinta y tres años; actualmente busca postularse para la dirigencia estatal, en una “lucha” por ejercer su derecho en plena libertad.
Hace una semana el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Acción Nacional (PAN) emitió la convocatoria para renovar la dirigencia estatal en San Luis Potosí, y anunció que el cargo sería ocupado por una mujer, bajo el principio de paridad de género.
Pero en SLP esa paridad que presume Acción Nacional se trata de “una triste y cruda simulación”, lamentó Argüello Acosta.
Egresada de la Facultad de Derecho (UASLP), con experiencia en la Administración Pública, consejera estatal de Acción Nacional, reveló que desde hace varios años su partido ha sido controlada por el mismo hombre; un “cacicazgo” que impide a las mujeres panistas el ejercicio de sus derechos político electorales en plena libertad, señaló Argüello Acosta.
La panista destacó que si bien el sufragio significó la llegada de mujeres a los puestos de elección popular, aun existe una resistencia de “quienes por años han controlado las elecciones y candidaturas, porque se niegan a dejarlo”.
Gracias a las acciones afirmativas impulsadas por las mismas mujeres, actualmente hay un mayor número ocupando cargos en órganos legislativos, ahora resta que esas mujeres incidan en políticas públicas de igualdad de género.
Y aquí se centra nuestro texto en “las Juanitas” fenómeno político, en el que partidos impulsan a mujeres a cargos públicos con el objetivo de reemplazarlas por un hombre, o en su defecto no les permiten tomar decisiones.
Después del logro sufragista, fue necesario implementar acciones afirmativas para reducir la brecha de representación política entre hombres y mujeres, con la Cuota y Paridad la presencia de las mujeres en las cámaras fue mayor; aunque no siempre son ellas quienes toman las decisiones, aún hay un sometimiento de los hombres, como sucede en Acción Nacional de acuerdo a Argüello Acosta.
Como aspirante a la dirigencia estatal de su partido, Lidia Argüello considera que aún es necesario “luchar” para cerrar esa brecha y buscar la igualdad sustantiva.
“Esa es mi apuesta”, dijo Argüello Acosta, ejercer el principio de paridad en plena libertad para la toma de decisiones.
Lidia Argüello dijo, que en su instituto político “hay muchas mujeres muy capaces”. Pero que éstas frenan su participación política a la “espera de que los hombres las inviten” o las impulsen a contender; apoyo que casi siempre es “condicionado”, aseveró.
Dijo que “la resistencia es de las mismas mujeres (…) como que nos da miedo tomar las decisiones”, indicó. Lidia Argüello lamentó que, “el proceso interno del Partido Acción Nacional esté cooptado por hombres”.
“Fue un gran avance la paridad en cargos”, señaló. Aunque una simulación en el PAN, reiteró. El que una mujer encabece ese instituto político no significa que sea ella la que tomará las decisiones. Argüello Acosta detalló que, en el próximo proceso interno de Acción Nacional, “el cacique” impulsa la candidatura de una de las aspirantes que va contra el bloque opositor que ella y otras tres mujeres intentan conformar.
“Si no nos ponemos de acuerdo las cuatro que encabezamos el bloque, ganará la candidata del cacicazgo, quien está manipulada por un hombre, el mismo que ha llevado el control del partido desde hace años”, señaló.
Lidia aseveró que de ganar la opositora, la paridad en el PAN será una “simulación (…) porque realmente no es ella quien va a llevar las riendas del partido, sino un hombre le va a decir qué hacer”.
La panista está consciente de que no será fácil lograr ese avance; otrora mujeres que lo intentaron prefirieron dejar el partido como el caso de Sonia Mendoza Díaz, actual diputada federal por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM); Mendoza Díaz intentó por varios años reducir esa brecha en el PAN, pero no fue posible por lo que decidió cambiar de partido político, algo que podría suceder con Argüello Acosta.
Finalmente Lidia Argüello expresó, “a los hombres hay que hacerles entender que un espacio que tenían ya no es de ellos, que estamos en igualdad de circunstancias en todos los ámbitos públicos y privados”; insistió en que más allá de hacerlo valer el sufragio, es necesario “ejercerlo en libertad”.
Fuente: Mujeres en las Normas INE