Redacción
Josefina Salazar Báez, ex diputada federal presentó este sábado ante la Comité Organizador Electoral (CEO) del Partido Acción Nacional (PAN), su carta de intención para contender por la dirigencia estatal en San Luis Potosí.
En un mensaje vía redes sociales, la panista comentó:
“Con un gran entusiasmo y convicción, les informo que hoy presenté mi carta de intención de contender por la Presidencia del Comité Directivo Estatal de Acción Nacional San Luis.
¡Es momento de luchar por recuperar el partido y devolverlo a su militancia!”.
Hace un par de días, Salazar Báez promovió un Juicio para la Protección de los Derechos Políticos ante el Tribunal Estatal Electoral de SLP, debido a que la convocatoria emitida por el CEO, marca en el numeral 23 que las aspirantes no deben estar sujetas a indagatoria judiciales o tener expedientes abiertos en su contra.
En el 2017, se inició carpeta de investigación por el delito de peculado en contra del ex diputado Mariano Niño Martínez, donde se involucra a Josefina Salazar quien era en ese momento diputada local, ese apartado de la convocatoria podría impedir su postulación.
Es por ello que la panista acudió a la autoridad electoral en el estado, porque al no existir sentencia firme en ese juicio, Salazar Báez consideró que dicha convocatoria ““constituye un acto de violencia de género y la vulneración a sus derechos” político electorales; además dijo que se trataba de una “burda maniobra política de la dirigencia” actual para evitar que participe, y que no se respeta la presunción de inocencia, como lo marca el numeral 20 de la Carta Magna.
Josefina Salazar junto con Lidia Argüello, Teresa Tovar y Wendy Rodríguez Salazar planearían formar un bloque opositor contra Verónica Rodríguez Hernández, candidata “oficial” de Xavier Azuara Zúñiga, diputado federal.
Sin embargo, esto no se logró, ya que Wendy Rodríguez Salazar, decidió hacerlo por separado, y Teresa Tovar desistió. Ahora solo falta el registro de Lidia Argüello, quien en repetidas ocasiones ha expresado “que el PAN en SLP está controlado por una persona”, señalando a Azuara Zúñiga como “cacique”.