-Inició fase de campo intensiva de importante investigación sobre acueductos y trasvases.
-El equipo multidisciplinar con apoyo del CONACYT, aglutina a diversas instituciones de investigación de México y coopera con otras del extranjero
A partir del 1 de mayo de 2022 inició la fase intensiva de investigación de campo del proyecto “Los trasvases como dispositivos de desigualdad e inseguridad hídrica. Prácticas colectivas para la Justicia Hídrica”. Se trata de un Proyecto Nacional de Investigación e Incidencia (PRONAII) en el marco de la política de investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología que ha priorizado los temas urgentes de la agenda nacional y busca no solo el conocimiento sobre un problema, sino sobre todo la incidencia organizada para conseguir su solución. En este caso, el proyecto forma parte de la Convocatoria del PRONACE-Agua.
Bajo la coordinación académica del Dr. Francisco Peña del Programa Agua y Sociedad de El Colegio de San Luis, el equipo aglutina a dos decenas de investigadores de 4 universidades públicas (UNAM, Universidad Autónoma de Querétaro, Universidad Autónoma Chapingo y Universidad Autónoma del Estado de México) y de dos Centros Públicos de Investigación-CONACYT. Desde un inicio, el proyecto se realiza en cooperación con diversas organizaciones sociales de las regiones de estudio, como son las Asociaciones de Usuarios de Riego en Ébano y Tamuín, la Alianza Hidalguense Ambiental, Comunidades Unidas de Zimapán, los Guardianes de la Sierra de San Miguelito, y los colectivos El Humedal y Bajo Tierra, así como muchas otras semejantes, reconocidas por su defensa del medio ambiente y el derecho al agua. La red de investigadores colabora con instituciones como la Universidad Central del Ecuador, la Universidad del Valle en Cali, Colombia y la Red Internacional Justicia Hídrica.
Actualmente, el proyecto mencionado realiza su primera reunión plenaria presencial en las instalaciones de El Colegio de San Luis, en donde ha pasado revista a los graves problemas que se enfrentan por la desigualdad en el acceso al agua tanto para consumo humano en las ciudades, como para la producción de alimentos, en particular de la agricultura campesina.
Carácter del proyecto:
Este proyecto se propone investigar, identificar, caracterizar e incidir en las áreas críticas de la relación entre acceso inequitativo al agua y el trasvase como uno de los dispositivos construido y utilizado para aumentar la disponibilidad del líquido en las ciudades y para la industrialización, así como para deshacerse de las aguas residuales de origen urbano. Los trasvases, como movilización de volúmenes crecientes del líquido de una cuenca a otra, representan una intervención de gran escala en el ciclo socio-natural del agua con implicaciones ambientales (modifican las condiciones bióticas y ecosistémicas de los sitios de extracción), económicas (desplazamiento de actividades agrícolas completas y/o surgimiento de polos industriales para la exportación, entre otros), sociales (como pérdida de medios de vida local en la zona de extracción y crecimiento en la migración) y culturales (expropiación de territorios ancestrales, desarticulación de comunidades, etc.) que en su conjunto pueden caracterizarse por relaciones de injusticia hídrica que son procesos de acaparamiento de la mejor agua en pocas manos y la exclusión creciente. Abunda evidencia de que muchas de las problemáticas locales por el agua (escasez, disputas violentas por el acceso, consumo humano de aguas de mala calidad, daños a la salud en particular infantil, subsidencia por extracción de aguas subterráneas, etc.) aparecen o se agravan después de experimentarse en la región una obra de trasvase que desplaza y despoja a un conjunto creciente de damnificados ambientales.
Este proyecto estudia cuatro ejemplos de trasvases en México y abarca lugares de los estados de San Luis Potosí, Veracruz, Nuevo León, Querétaro, Hidalgo, Estado de México y CDMX.
Alertan sobre la pretensión de construir el Monterrey VI:
Por el conocimiento que tienen sobre la gravedad de los efectos ambientales y sociales que ocasionan los trasvases de agua, el equipo de investigación del PRONAII-CONACYT, alertó sobre la inviabilidad de llevar agua de la cuenca del Río Pánuco a la Zona Metropolitana de la Ciudad de Monterrey en Nuevo León, mediante el trasvase conocido como Monterrey VI.
Ese proyecto se propuso llevar agua desde los límites de los estados de San Luis Potosí y Veracruz, en un sitio conocido como Las Adjuntas, hasta las cercanías de Monterrey mediante un acueducto de 372 km. Servicios de Agua y drenaje de Monterrey obtuvo de CONAGUA en los gobiernos pasados una asignación de 15 m3/s (15 mil litros por segundo) aunque en la primera etapa se propuso llevar de inmediato los primeros 5 m3/s de ese total.
Extraer esa agua desde la Huasteca, significará graves daños al ambiente, la economía de los campesinos de la zona, la biodiversidad regional y ocasionará mayor fragilidad frente a los efectos del cambio climático. Los estudiosos indicaron también que los promotores de la obra, como el gobernador de Nuevo León, no buscan garantizar el derecho humano al agua de la población. Quieren disponer de volúmenes adicionales de agua para la especulación inmobiliaria y el subsidio a los corporativos que registran grandes consumos de agua. En las semanas recientes la prensa ha documentado el uso de volúmenes altos de agua para regar campos de golf, embotellar bebidas azucaradas y exportar agua virtual en diversos productos industriales desde Monterrey.
Con el testimonio de los habitantes de la zona afectada y la investigación sobre el terreno, los especialistas han podido identificar las zonas de mayor riesgo y sobre todo la profundización de la pobreza que el trasvase traería a los campesinos y trabajadores de los municipios de Ebano y Tamuín a los que siguen sin cumplirles los ofrecimientos de mejoramiento en sus condiciones de trabajo agrícola.
El equipo de investigación compartió testimonios presencialmente y en material videograbado con el que prepara un documental.