Ellas siembran, mujeres migrantes en el programa de agrícola Sembrando Vida

El programa impulsado desde la Presidencia de México ofrece empleos temporales a migrantes centroamericanos con el fin de detener su intención de llegar a Estados Unidos. A dos años de su ejecución ni el Instituto Nacional de Migración ni la Secretaría del Trabajo cuentan con cifras concretas sobre cuántos migrantes trabajan en este proyecto

Analucina Garza

Sonia presume las plantas del vivero en el que trabaja a través de su Facebook personal. Está orgullosa de sus plátanos, de las calabazas y las papayas que aprendió a sembrar. A pesar de que vive lejos de sus familiares se mantiene en contacto con ellos por medio de las redes sociales y les enseña lo que produce en México, como becaria agrícola.

Julia quién también es beneficiaria del proyecto, explicó que no solo se dedican a los cultivos, también toman cursos para aprovechar los productos. Ella aprendió a hacer mermelada de nopal, la cuál se hace con solo 3 ingredientes: medio kilo de nopales cortados en cuadritos, quinientos gramos de azúcar y el jugo de un limón. El secreto es no dejar de agitar los ingredientes mientras se hierven.

Como Sonia y Julia que vienen de Guatemala hay más de mil centroamericanas trabajando en Chiapas según los informes de gobernación en el programa de Sembrando Vida, una iniciativa ecológica impulsada por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, la cual además se presenta como una alternativa laboral para refugiados y migrantes centroamericanos en México.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT), ha detectado que las mujeres inmigrantes centroamericanas en Chiapas se encuentran en especial estado de vulnerabilidad debido a que la mayoría de los trabajos que les ofertan se encuentran en el sector informal por no contar con los papeles necesarios. 

Se dedican principalmente al servicio doméstico, el comercio informal, al sector agrícola y el trabajo sexual, asimismo son más propensas a caer en estafas o intermediarios y la violación de sus derechos humanos o ser víctimas de agresiones.

Sembrando Vida ha ofrecido una oportunidad, pero el plan enfrenta un desafío mayor dado que se calcula al 2021 que 80 mil migrantes habitaban en la frontera de Tapachula Chiapas

De acuerdo con diligencias realizadas para este trabajo no hay cifras concretas del gobierno sobre cuántos migrantes trabajan en la totalidad de los 19 viveros que forman parte del programa.

Las promesas de la transformación 

Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, se comprometió a respetar los derechos humanos y generar empleos para los migrantes incluso antes de tomar el poder. Así lo afirmó en un discurso en octubre de 2018:

 “Aquí hago un paréntesis para también referirse a los hermanos migrantes centroamericanos. Decirles que cuentan con nosotros, yo ofrecí visas de trabajo a los centroamericanos pobres que salen de su país porque no tienen opciones. ¿Por qué ofrezco eso para los centroamericanos? Porque va a haber trabajo para los mexicanos y trabajo para los centroamericanos en nuestro país.” 

Las promesas de proteger los derechos humanos de los migrantes se han vulnerado en distintas ocasiones, principalmente en las fronteras. Las cifras de deportaciones y aprehensiones han aumentado, se han detenido a las caravanas migrantes con uso excesivo de la fuerza por parte de los militares y se ha incrementado el número de denuncias de migrantes desaparecidos.

El manejo de la migración a México además se ha tornado un tema especialmente complejo en los últimos años no solo porque se ha disparado el número de personas que se ha desplazado al país con la esperanza de cruzar a Estados Unidos, sino por la incidencia de variables como la inseguridad, la pandemia de Covid-19, la operación del crimen organizado y la pobreza.

La presión de Estados Unidos tanto con el presidente Donald Trump como con Joe Biden ha sido enérgica. López Obrador respondió el mes pasado a su homólogo que aumente la emisión de visas temporales de trabajo en EUA para los migrantes que buscan llegar a su país. Adicionalmente ha procurado crear programas de apoyo a los migrantes para darles trabajo temporal. 

En ese panorama, el gobierno de López Obrador ha mantenido en pie las promesas de alternativas laborales.  En su primeros cuatro años de mandato el gobernante ofreció más de 4 mil  empleos formales para centroamericanos así como también dar servicio de seguridad social a 25 mil guatemaltecos.

Un proyecto ecológico y migratorio

Sembrando Vida, creado en el 2019, es uno de los programas que anunció López Obrador como una oportunidad para emplear a migrantes y evitar que deseen irse a Estados Unidos. Este proyecto propone sembrar árboles frutales, maderables y semillas en los viveros a cargo de la guardia nacional y en parcelas de pequeños agricultores. A cambio los beneficiarios recibirán un apoyo de 5 mil pesos mensuales, de los cuales 500 se les resguardan como un ahorro para el final del proyecto, el equivalente a cerca de 247 dólares mensuales sin prestaciones y con contratos que son temporales.

Este programa se mantiene con recursos mexicanos de manera simultánea en El Salvador y Honduras donde México aportó 60 millones de dólares entre los dos países para arrancar el proyecto y cada país aporta la misma cantidad.

“Los beneficiarios de Sembrando vida reciben cerca de 247 dólares mensuales por su trabajo”

El 6 de mayo de 2022, durante una gira de trabajo en El Salvador, López Obrador aseguró que en el programa en El Salvador hubo 10 mil beneficiarios, entre los cuales disminuyó la cifra de quienes deseaban migrar. Dijo que de 55% que querían hacerlo la proporción se redujo a 0.6%. No  especificó, sin embargo, cómo se midió la intención de migrar. Los resultados del programa continúan evaluandose con hermetismo: no hay cifras exactas de cuántos migrantes en la actualidad trabajan en el país en el proyecto y cuantos gracias al proyecto han desistido de llegar a EUA.

Para este trabajo se formularon peticiones de información a instituciones del gobierno federal relacionadas con el manejo del plan por medio de la plataforma de transparencia. Fueron dirigidas a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) negó tener registro de migrantes trabajando a su cargo. De igual manera la Secretaría del Trabajo negó tener competencia sobre la cifra de migrantes trabajando en el programa al igual que el Instituto Nacional de la Migración. Los únicos datos disponibles que se obtuvieron para este proceden de los boletines de prensa de la Secretaría de Gobierno que mencionan apenas que hay un millar de mujeres empleadas en los viveros de Chiapas.

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En Temamatla, Estado de México se encuentra, uno de los viveros forestales de la Guardia Nacional en donde opera el programa Sembrando Vida. Este municipio, al igual que sus vecinos como Cocotitlán y Chalco, es zonas idónea para la agricultura por su clima cálido y su tierra fértil. Es común al pasar por la avenida principal encontrar vendedores de elote por mayoreo, quesos frescos, puestos de mujeres mayores con sus trenzas largas de cabellos grises que producen de manera autónoma chayotes, calabazas y flor de calabaza. Entre los cultivos privados destaca el vivero forestal militar de Temamatla por ser el único cercado y con alambre de púas así como una reja de puntas rojas que se mantiene cerrada. A través de la reja se observan los plantíos: no todos están siendo utilizados y destacan los tubos de guía solos.

En el recinto trabajan cerca de 70 campesinos mexicanos, ninguno inmigrante. Esta información la aportaron para este trabajo trabajadores de la zona. El ingreso al vivero fue negado: los militares a cargo argumentaron que la pandemia Covid-19 continúa vigente y que por esa razón no permitían visitas.  “No, aquí no trabajan nadie que no sea de aquí, a veces pasan migrantes, muy pocos, pero no trabajan ni se quedan por acá” señaló Gamaliel, comerciante de elotes de la zona. 

Sobre la promesa del gobierno de registrar a 25,000 guatemaltecos en el seguro social, se realizó una solicitud de información al Instituto del Seguro Social (IMSS) para conocer los avances del programa de mayo a agosto, sin embargo la dependencia negó tener la contabilidad de los casos.

Chiapas, al ser el estado colindante con Guatemala, es el área en la que se han canalizado el mayor número de inmigrantes. Por parte del gobierno mexicano se otorgaron 1,600 apoyos de Sembrando Vida a inmigrantes en esta zona donde durante 2021 remitieron para deportación a 76,761 migrantes en Chiapas y a 45,237 migrantes en Tabasco por no acreditar su situación migratoria. Según las estadísticas de las autoridades en materia de migración, de los 309,692 detenidos, solo 232,084 eran mayores de edad y 163,902 eran hombres y 68,182 mujeres.

Sonia dice que es relativamente fácil cruzar de Guatemala a México. Muchos se arriesgan a confiar en coyotes que ofrecen servicios ilegales abiertamente en cientos de grupos en Facebook y Telegram. En ellos se pide a los usuarios no compartir su ubicación en tiempo real mientras realicen en trayecto. En algunos casos les quitan los teléfonos a las personas al iniciar el cruce. Los riesgos de robos, extorsión, secuestros y otros abusos aumentan en el camino.

De igual manera explica que en redes sociales es fácil encontrar trabajo en grupos de reclutamiento pero se debe tener cuidado de las estafas, pues los engaños por redes sociales

 El informe de la Secretaría de Gobernación titulado “Estadísticas de Migración 2021”  refiere que se otorgaron 3,747 tarjetas de visitante trabajador fronterizo. Principalmente, a fueron expedidas a hombres entre los 20 y los 24 años de edad La institución reportó además que se entregaron 19,474 documentos a personas en condición de refugiadas, principalmente de Honduras, Venezuela y El Salvador. Todas ellas pueden optar a alternativas laborales.

Incertidumbre ante el futuro

Ni Sonia ni Julia tienen certeza sobre sus planes a futuro. Desconocen la duración del programa, que pese a que se puede renovar no saben por cuánto tiempo y sí el haber pertenecido al programa les vaya a dar facilidades para obtener papeles para trabajar en México.

Julia aclara que ella no considera que fuera una beca o un apoyo sino un trabajo real: “ Esto no es un apoyo, yo me gané este dinero trabajando. No me lo están regalando, es cierto que antes no se miraba a la gente del campo pero aún se necesita mucho más ”.

Producción realizada en el marco de la Sala de Formación y Redacción Puentes de Comunicación III, de Escuela Cocuyo y El Faro. Proyecto apoyado por DW Akademie y el Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de Alemania.

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