(El presente texto no representa la postura ni la opinión de este medio)
Saludamos a la hermana Yalitza Aparicio, que participó en el ciclo de conferencias “Juntas Somos Más Fuertes” que organizó el Gobierno de la Capital, en el Centro Cultural Universitario Bicentenario, como parte de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
Ahí se presentaron hermanas indígenas a expresar sus puntos de vista en relación al actuar gubernamental, se refirieron, entre otros aspectos al reciente reconocimiento de la “nación” Huachichil, impulsado por Juan Carlos Machinena. Coincidimos con ellas en que dicho reconocimiento es una incongruencia, pues en primer lugar el artículo 2° constitucional señala que: “La nación es única e indivisible” ¿acaso Machinena no conoce la constitución? En segundo término, Machinena, no tiene el conocimiento, ni mucho menos la atribución legal para hacer dicho reconocimiento de una “nación”. Tercero, quienes así se denominan, no son un pueblo o una comunidad indígena, sino parecieran una secta. Cabe resaltar que a la fecha no existen hablantes de dicha cultura, por tanto, ni el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) los identifica. Si acaso se debiera reconocer históricamente a los Huachichiles, pues se tendría que reconocer a sus legítimos descendientes, que se encuentran en las congregaciones de diversos municipios del estado, dónde si hay evidencia histórica de su existencia y que a la fecha prevalecen varias comunidades agrarias de hecho que son sus descendientes directos y no a unos farsantes.
Entre otras declaraciones enunciadas por las hermanas indígenas, cuestionan el desempeño de Vicente Domingo Hernández Ramírez, que es un legal y legítimo representantes Mazahua ante la unidad especializada de atención de asuntos indígenas en la capital potosina. El cual fue quien a través de diversos juicios logró una sentencia satisfactoria para establecer dicha unidad y que aun los tribunales están por determinar su horizonte legal. Por lo cual no compartimos, ni avalamos sus expresiones, que a todas luces son difamatorias.
Queremos señalar que tristemente, las hermanas que en su derecho manifestaron su punto de vista, no son las legítimas representantes Otomíes y Mazahuas, más bien ellas no han respetado a las asambleas comunitarias de nuestras comunidades y se autodesignan como representantes. Como es nuestra costumbre los asuntos internos se tendrían que tratar en el seno de nuestras asambleas, pero ellas no quieren asumir los acuerdos que se han tomado.
Ahora, alentadas por el sr. Narciso Mendoza Lópes y el Lic. Michel Hernández Piña, que son servidores públicos; estos buscan confrontarnos a las Otomíes y las Mazahuas para poder manipular a su antojo la unidad especializada de asuntos indígenas. El primero en realidad se conduce sin presentarse para nada en la oficina y el segundo protege con sus omisiones y complicidades el pésimo actuar del supuesto “lider”, que se ha distinguido por sus malos manejos en su propia comunidad Mixteca Baja, especulando con el terreno que se le dio en donación a dicha comunidad y que el maneja para su beneficio propio.
Finalmente queremos manifestar que hacemos responsables de nuestra integridad física a ambos servidores públicos y continuaremos defendiendo nuestro derecho y nuestra representación exhortando a las autoridades a garantizar el respeto de nuestra legitima y legal representación comunitaria.
Atentamente
Vicente Domingo Hernández Ramírez. Erika Juan Narciso.