- Las olas de radiación podrían causar interrupciones en servicios GPS, infraestructuras de comunicaciones y red eléctrica.
- Se espera que llegue cerca de la media noche y madrugada, y podría convertirse en G5.
- Generará auroras boreales, los expertos aseguran que no afecta a la salud.
Boletín UNAM-DGCS-733
Ciudad Universitaria
16:30 hs. 10 de octubre de 2024
Hoy podrían ocurrir alteraciones tecnológicas, por la tormenta solar del martes pasado
• El Laboratorio Nacional de Clima Espacial (LANCE), del IGf de la UNAM, alerta sobre posibles afectaciones en telecomunicaciones, GPS, radiocomunicaciones, sistemas de distribución de energía y de navegación
• La instancia académica hace un monitoreo permanente de la actividad solar, que detectó el 8 de octubre una tormenta solar significativamente rápida con dirección de impacto a la Tierra
Entre la noche de hoy, 10 de octubre, y la mañana de este viernes 11, en el planeta podrían ocurrir alteraciones tecnológicas como daños en telecomunicaciones, sistemas de posicionamiento global (GPS), radiocomunicaciones, sistemas de distribución de energía y de navegación, alertó el Laboratorio Nacional de Clima Espacial (LANCE), del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM.
Las alteraciones en el campo magnético y la atmósfera (ionósfera) de la Tierra serían ocasionadas por la tormenta solar que ocurrió la noche del martes 8 de octubre, la cual fue significativamente rápida y con dirección de impacto a la Tierra, evento que fue oportunamente detectado por el LANCE, que vigila de manera permanente la actividad del Sol.
Los pronósticos indicaban que la tormenta solar llegaría a la Tierra entre la mañana y la noche del 10 de octubre. El evento inició su llegada al ambiente terrestre a las 9:00 horas de hoy y se espera que su tránsito se extienda hasta la noche de hoy o hasta la mañana del 11 de octubre. El LANCE está dando seguimiento a este fenómeno.
No hay riesgo de daños a la salud
A las 20:00 horas del pasado 8 de octubre se presentó una explosión solar intensa (fulguración solar clase X) que fue detectada en tierra por la red internacional e-Callisto.
Posterior a la explosión, a través de imágenes de coronógrafo, se registró la expulsión de una nube de gas de la atmósfera solar (tormenta solar) que se dirige a la Tierra.
La velocidad estimada para esta tormenta solar oscila entre los 1200 km/s y 1500 km/s, haciéndola la más veloz del ciclo solar 25, que es el actual.
Desde que se identificó, este evento se catalogó como riesgo potencial para el clima espacial terrestre. Esto fue debido a que sus características hacen posible que provoque actividad geomagnética intensa o severa (G3 o G4) y perturbaciones ionosféricas significativas.
Por un lado, las tormentas geomagnéticas son alteraciones a nivel planetario del campo magnético terrestre, y las perturbaciones ionosféricas son alteraciones de la composición de la capa externa de la atmósfera de la Tierra.
A pesar de que estos fenómenos no impactan directamente a la salud humana, su relevancia radica en que pueden causar afectaciones en tecnologías indispensables para nuestra sociedad. Las telecomunicaciones, radiocomunicaciones, sistemas de distribución de energía, sistemas de posicionamiento y de navegación, gestión satelital, entre otros, son servicios especialmente susceptibles a los efectos del clima espacial.
Además, en México hay evidencia sistemática y corroborada de afectaciones en todos los sistemas tecnológicos antes listados. Con el objetivo de resguardar la seguridad de nuestra sociedad, es indispensable hacer un monitoreo del clima espacial y realizar un seguimiento de las tormentas solares.
El LANCE cuenta con redes de instrumentos que le han permitido dar seguimiento en tiempo real a este fenómeno. En su emisión, la velocidad de la tormenta solar era de aproximadamente 900 km/s mientras se aproximaba a nuestro planeta.