Por Ana Dora
Sin la presencia del gobernador o de alguna autoridad de primer nivel, el lunes por la tarde se llevó a cabo el concierto de la ópera Carmina Burana de Carl Orff en el marco del 130 Aniversario del Teatro de La Paz.
Presentación que, de acuerdo con los asistentes, fue un evento memorable, pero desestimado por los funcionarios de la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí. Quienes perdieron la oportunidad de honrar el legado artístico, cultural y arquitectónico del Coloso de Villerías, y de reconocer el esfuerzo de quienes han dedicado parte de su vida a ese espacio cultural.
Auspiciado por el desinterés por la cultura del Gobierno Estatal, la SeCult cometió una serie de tropelías en este Aniversario.
Destaca la desmesurada entrega de boletos para el concierto, ya que se agotaron el mismo día que se anunció la presentación; si bien eran tickets gratuitos, la SeCult no advirtió de la envergadura de dicha Ópera, ya que los pases se entregaron sin reparo, en un horario de ocho a tres de la tarde; bien se pudo emular las dinámicas del padrino cuando obsequia cortesías para conciertos de otros géneros. Esto provocó el descontento de la ciudadanía.
La austeridad
Cabe recordar que, en otros años, esta celebración no se acotaba a solo un concierto, sino a una amplia programación cultural, que incluía exposiciones, presentaciones editoriales, teatro, danza, música, entre otras. Ejemplo de ello, el 120 Aniversario, con Alejandro Torres Arpi como titular de la SeCult. En aquella ocasión se develó un busto en memoria de la mezzosoprano potosina Oralia Domínguez, una de las voces más relevantes del siglo XX.
Esta vez, con Mario García Valdés al frente, se limitó a la colocación de una decena de velas led al frente del escenario formando el número 130, en alusión al aniversario. Con información de internet se sabe que cada pieza tiene un costo aproximado de siete pesos, unos seiscientos pesos en decoración.
Austeridad que también se reflejó en la falta de un brindis al finalizar el evento, acción que fortalecía la relación jerárquica, reconocía el compromiso de los trabajadores y robustecía la identidad cultural. Y la omisión de la colocación de una placa conmemorativa de aniversario, por lo que esta memorable fecha pasará al olvido.
Magno evento de bajo presupuesto, considerando que únicamente se les retribuyó una cantidad muy mínima a los tres solistas, el resto de los músicos participaron pro bono.
De acuerdo con los datos financieros de SECULT, en el mes de agosto el Teatro de la Paz, registró un total de 142 mil pesos en ingresos por la renta del recinto, y únicamente se le destinaron cinco mil pesos en gastos de operatividad. Aún más asimétrico que, ese mismo mes fueron pagados 223 mil pesos en la tramitación de visas del contingente que viajó a Chicago, Estados Unidos, con el programa “Xantolo se vive en México y en el mundo”. El secretario de Cultura, Mario García y el oficial mayor, acompañaron al grupo de artistas.
La Ópera
Un Teatro abandonado, con rechinantes butacas y una improvisada alfombra plástica fue colocada sobre el desgastado tablado del escenario, en estas precarias condiciones fue recibido el elenco y cerca de dos mil asistentes.
El concierto inició con media hora de retraso, y se demoró más debido a que el secretario de Cultura, Mario García Valdés tuvo el desacierto de dar un discurso un tanto extenso.
No obstante ello Carmina Burana de Carl Orff fue magistralmente interpretada por la soprano Sara Alicia Estrada, el barítono Daniel Cerón y el tenor Jaime Torres, junto con la Orquesta Sinfónica de San Luis Potosí, bajo la batuta del maestro José Miramontes Zapata, y la participación de los coros de la Escuela Estatal de Música, la Escuela Estatal de Iniciación Musical “Julián Carrillo”, la Capella Universitaria y el Coro Infantil y Juvenil “Oralia Domínguez”, concierto que deslumbró a cientos de asistentes quienes abarrotaron el recinto cultural y que bien pudo presentarse por lo menos en dos ocasiones.